antes de hacerme mal, mírame bien.
Yo soy el calor de tú hogar,
en las noches frías de invierno.
Yo soy la sombra amiga que te protege,
contra el sol estival.
Mis frutos, sacian tú hambre
y calman tú sed.
Yo soy la viga que soporta el techo,
de tú casa, la tabla de tú mesa,
la cama en que descansas.
Yo soy el mango de tus herramientas,
la puerta de tú hogar.
Cuando naces, tengo madera para tu cuna:
cuando mueres, en forma de ataúd,
aún te acompaño al seno de la tierra.
Soy pan de bondad y flor de belleza.
Si me amas como merezco, defiéndeme
contra los insensatos.Esta oración se encuentra grabada en placas colocadas en marcos y colgadas de los árboles, la podéis encontrar en la plaza de la ermita de Nuestra Señora del Remedio. Utiel

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