Diariamente algunos hombres se reunían en un bar y le ofrecían escoger entre dos monedas, una más grande, de 50 céntimos y otra más pequeña, de un euro; el chico siempre escogía la más grande y menos valiosa y así todos se reían de él.
Un día un hombre que observaba lo llamó aparte y le pregunto:
- ¿Todavía no te has dado cuenta que la moneda más grande tiene menos valor?. El chico respondió:
- Lo sé, no soy tan tonto, vale la mitad, pero el día que escoja la más valiosa se acabara el juego y ya no tendré más monedas.
De aquí podemos sacar varias conclusiones:
1º Quien parece tonto, no siempre lo es.
2º ¿ Quienes son aquí los tontos realmente?
3º Una gran ambición puede acabar con tu fuente de ingresos.
4º Y la más interesante.
Podemos estar bien, aun cuando otros no tengan buena opinión de nosotros; Por tanto, lo que realmente importa no es lo que los demás piensen de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.
Moraleja:
El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente.
Dedicado a todos los que se creen más que los demás.
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